lunes, 10 de septiembre de 2012

Los nuevos mitromarxistas

Por Jorge Oscar Sulé Ante las referencias vertidas por Felipe Pigna en un artículo de la Revista “Viva” del domingo 29 de julio de 2012, se nos hace imperioso señalar sus errores, omisiones y tendenciosidad ideológica cuando emite juicios y comentarios sobre uno de los mayores próceres de la historia argentina. En el subtítulo “Tiempos de cambio” afirma que “con la instalación de los saladeros la necesidad de sal y tierras para las pasturas fueron apartando a la burguesía del recuerdo de los ideales de hermandad expresados por los hombres de Mayo”, desconociendo, o aparentando desconocer que antes de la Revolución de Mayo ya se habían instalados saladeros. Entre 1792 y 1796 se exportaron desde Buenos Aires, según Azara, más de cuarenta mil quintales de tasajo. Este florecimiento económico, justamente, fue uno de los factores que incrementó los ideales independentistas y contribuyó a solventar las guerras de la independencia. Sería aconsejable que Pigna investigue las publicaciones de “El Telégrafo Mercantil” del 3 de septiembre de 1802 que dan cuenta del negocio del tasajo que ya venía desarrollándose desde finales del siglo XVIII . No hay cambio sino desarrollo de una actividad que procuró mucha mano de obra a los sectores más desprotegidos de la población además de estimular y originar otras actividades como la carpintería, talleres de cerrajería y tafiletes necesarios para construcción de barriles etc, etc. Por otra parte el concepto de “burguesía”, taxonomía liberal o marxista a la que Pigna recurre, es inválida para designar al segmento dirigencial que se pronunció contra la autoridad española en mayo de 1810. Pero entrando en su territorio liberal-marxista, la burguesía sería el sector que vive en la ciudad (el burgo). Se dedica a comprar y vender sin incorporar valor agregado al circuito económico. El pulpero, el tendero, el de la casa de Ramos Generales, los que se desempeñan en la profesiones liberales, etc, pueden incluirse dentro de esa simplificación sociológica. Rosas por el contrario, vive en la frontera muchos años, es fronterizo y no burgués. Hay que saber el tiempo del destete de un ternero, de “marcar”, saber el porcentaje de caballos enteros que debe haber en una manada y por lo tanto saber capar los restantes, convertir un novillo en buey etc, etc. Cosa bien diferente es saber criar hacienda, “hacerla” adaptando a ella la vida que limitarse a vender en las tiendas los géneros importados comprados en Europa. Pero además, al transformar la materia prima, la carne, en tasajo, incorporando valor agregado a dicha materia prima y exportándola con flete propio, estamos en presencia de un emprendimiento industrial. Rosas, por lo tanto, como hacendado, es productor y como saladerista es un empresario, expresión temprana del capitalismo naciente del siglo XIX. Cuando Pigna se refiere a Martín Rodríguez como gobernador estanciero, ignora que los ingresos económicos de este gobernador proceden en su mayoría del almacén de Ramos Generales y pulpería de la que es dueño y no de su estancia. Con el subtítulo “Rosas y sus aliados” Pigna recuerda que el saldo de esa campaña al desierto fue de 3.200 indios muertos, 1.200 prisioneros y 1.000 cautivos liberados. Omite puntualizar las bajas sufridas en el ejército expedicionario: salieron de Buenos Aires más de 2.000 efectivos y sólo regresaron 1.000. Al parecer los muertos indios son más importantes que los muertos cristianos. Además omite otros saldos: los geopolíticos, económicos, sociales, políticos, etc, etc. Estos escamoteos abundan en los trabajos de Pigna, distorsionando la realidad histórica. Afirma que Rosas “pactó” con los pampas y se enfrentó con los ranqueles y la Confederación liderada por Calfucurá. Acá no solamente hay escamoteos, sino exactitudes de bulto. Rosas no “pactó” sino que informó con antelación a los distintos grupos indígenas de la realización de una expedición invitándolos a que se sumaran a la columna y no solamente a los pampas sino a los vorogas de Guaminí y Carhué. Ya estando en Médano Redondo los tehuelches con sus caciques Niquiñile y Quellecó, aceptaron las sugerencias de Rosas; el reconocimiento a las autoridades nacionales recomendándoles que se constituyesen en defensores del fortín Carmen de Patagones autorizando su ubicación en las zonas aledañas al fortín exhortanado al intercambio comercial con esta guarnición. Casi todas las comunidades aceptaron las indicaciones de Rosas, menos los ranqueles que se negaban a entregar los soldados de los ejércitos unitarios que derrotados por Quiroga se fueron a proteger en los aduares ranquelinos de Yanquetruz. Hacia estos, Rosas mandó una columna pero no enfrentó a “la confederación liderada por Calfucurá” porque sencillamente en esa época no existía. Usted confunde los tiempos. La confederación de Calfucurá aparece tiempo después de la campaña al desierto. La expedición no se proponía el exterminio indígena como Pigna lo afirma, ni sería una correría de carácter filibustero. Otra cosa era Chocorí, asentado transitoriamente en Choele Choel. Allí recibía la hacienda sustraída por ranqueles y vorogas rebeldes de las estancias del sur de Córdoba, San Luis y Buenos Aires llevando las haciendas a los intermediarios y hacendados chilenos. Chocorí no comandaba un pueblo, no era un “Gulmen” sino que conducía, a grupos indios soldados y suboficiales alzados. En Choele-Choel trataba con Rondeau, Cañiuquir y Yanquetruz la compra de vacas arreadas del sur de las provincias citadas para negociarlas en Chile. Por eso era considerado un simple bandolero que se servía de renegados, mantenía cautivas blancas que pagaba con alcohol a sus opresores ranquelinos y vorogas rebeldes, para servicio y serallo de los suyos. Hacia ese punto, dirigió Rosas sus mejores efectivos hasta desarticular ese centro de intermediación comercial. Desbaratadas esas bandas y fracasadas las columnas del Centro y de la Derecha para seguir al Neuquén Rosas dio por finalizada la expedición. Chocorí no murió en la refriega de Choele Choel y hacia 1840 pidió las paces y someterse al gobierno de Rosas quién las aceptará sin rendición de cuentras pasadas siendo racionados él y sus hijos Cheuqueta, Antiglif y Sayhueque en Bahía Blanca y Tandil. El juzgar que unitarios y federales coincidían en exterminar al habitante “originario” y quedarse con sus tierras, es una falsa e ideologizada simplificación judicial de un juez que sentado en un estrado impoluto y atemporal arroja condenas salomónicas en abstracto. Preguntado un indio si era el dueño de esa tierra que pisaba contestó que no, que él era el hijo de la tierra y no su dueño. El indio fue nómade por necesidad. En el toldo cuadrado o triangular vivían 20 o 25 personas: tres o cuatro parejas con sus hijos y agregados. Alrededor del toldo, el espacio donde la hacienda pastaba. A cincuenta metros o más distanciado se levantaba otro toldo con su hacienda, cuando el talaje de la hacienda agotaba las pasturas aledañas del toldo buscaban otro paraje con pasturas vírgenes. Pero antes de recordar las relaciones de Rosas con los indios aclaremos lo que Pigna llama “habitante originario”. No existe habitante originario en América. El indio procede de Asia en sus desplazamientos a través del Estrecho de Bering o del corredor de Beringia después de la última glaciación o por arribadas desde el Océano Pacífico, procedente del sudeste asiático. El “habitante originario” lo encontramos en las zonas de Kenia y Etiopía con el homo habilis datado en 1 millón ochocientos mil años, el homo erectus datado en 1 millón 540 mil años datado por el potaso argón, el homo 1470 también descubierto por la familia Leakey con más antigüedad que los anteriores. El homo Sapiens Sapiens entre los 200.000 y 140.000 otro homo llamado Neadertal entre 100.000 y 30.000 años. Hacia el 80.000 (circa) comienzan las emigraciones a otros continentes. Los registros fósiles en América del Norte no superan los 24.000 años de antigüedad. En Argentina las dataciones con el carbono 14 no superan hasta ahora los 11.000 años. Los indios son los más antiguos inmigrantes, pero no originarios. En cuanto al trato y las relaciones que tuvo Rosas con los indios le recordaré algunas: 1.- Rosas no supo de actitudes discriminatorias o de rechazo hacia los indios por su condición de tales. 2.- Desaconsejó la guerra como método de sometimiento al indio y rechazó su exterminio como sistema . 3.- La conducta y luego la política tuvo como método la negociación y la integración como objetivo ya sea reconociéndoles asentamientos y espacios propios con frecuencia cercanos a los fortines incorporándolos como mano de obra para las tareas agropecuarias, como soldados de milicias rurales o exhortando a las prácticas de la actividad comercial . 4.- El racionamiento de alimentos y suministro de haciendas para la formación de sus propias majadas (El llamado Negocio Pacífico) fue una práctica sistemática y puntualmente efectivizada. 5.- El estimularlos o iniciarlos en las prácticas de la agricultura suministrándoles arados, bueyes, semillas y otros implementos, colocándolos en un escalón superior al que tenían en el nivel civilizatorio, constituye la demostración más fehaciente que Rosas apostó a la integración del indio en el mundo cristiano. . 6.- Introdujo por primera vez la vacuna antivariólica en las distintas comunidades indígenas que lo frecuentaban, gesto que le valió a Rosas ser considerado un benefactor de la humanidad y ser incorporado como Miembro Honorario al Instituto Jenneriano en Londres. 7.- Prohibió el arresto de indios por deudas de dinero . 8.- Los hizo votar a los que estaban bajo bandera “de sargento para arriba” . La integración estaba en marcha. Caseros la interrumpió. No hubo más “Negocio Pacífico” como política sistemática, no hubo más arados, no hubo más vacuna antivariólica. Llegó el progreso, el remington, una constitución, el ferrocarril, la alfabetización, el habeas corpus, que escribieron su propia historia. Pigna debería recorrer los archivos oficiales o privados para documentarse. “Sin oro no se hace oro, sin documento no se hace historia”. Repite la tradición liberal que por razones políticas aborreció a Rosas y repite la tradición marxista que analiza a Rosas a través del corset ideológico que acollara el pensamiento a través de sus mecanismos deterministas. El discurso que ofrece es el mismo postre liberal pero recubierto con la crema de la fraseología marxista que legitima o moderniza todo. A este engendro, Arturo Jauretche lo llamó “mitromarxismo”. Sr. Pigna: recorra los archivos para documentarse, no “recorte”, no “cartonee” la historia. ¡Investigue Sr. Pigna!

El mito de la gloriosa juventud en marcha

Por Beatriz Sarlo Para LA NACION Abundan los libros periodísticos y académicos sobre los años setenta. Sin embargo, el uso kirchnerista del pasado transcurre como si no supiéramos lo que hoy sabemos. No se termina de entender una historia o, sencillamente, no se la quiere entender. Para evitar malentendidos: no hubo "dos demonios". Pero la inexistencia de esa tramposa simetría no obliga a pasar por alto lo que sucedió en la Argentina en los años setenta, con ese estreno espectacular que fue el secuestro y ajusticiamiento de Aramburu, acto fundador de los Montoneros. En diciembre de 1970, un semanario titulaba: "El terrorismo fue el personaje del año". La política militarizada del peronismo revolucionario organizaba su serie: asesinato, enfrentamiento, autodefensa, inmolación y ofrenda. La violencia que ejerció Montoneros no se distingue sin más de sus "ideales", tal como los presentaban en los periódicos de la época (en Cristianismo y Revolución, por ejemplo). Es difícil sostener que estaban equivocados tácticamente, pero acertaban en sus deseos y utopías. Así todo sería demasiado sencillo y elemental. Equivaldría a pensar que el terrorismo de Estado puede separarse de las ideologías de los jefes militares que lo practicaron como plan sistemático. No es posible separar el contenido "ideal" de los instrumentos que se emplean para alcanzar los fines deseados. Esto es todavía más evidente en el caso de organizaciones políticas centralistas y verticalistas, como Montoneros. El peronismo revolucionario era tan absoluto como sus métodos. Remo Bodei afirmó que los jacobinos de la Revolución Francesa ejercían las "virtudes extremas", propias de épocas revolucionarias. Por eso, la cultura montonera de los setenta, si no se la diluye en la nebulosa de los "ideales", es fuertemente anacrónica. El anacronismo mezcla tiempos que se conocen y épocas que se desconocen, sujetos convertidos de víctimas a héroes, de responsables a mártires. Borra las inclinaciones más autoritarias, cuenta una historia de guerreros y no una aventura que ya había sido criticada en su época por otras fracciones de la izquierda y, dentro del peronismo, por la Juventud Peronista Lealtad. En la práctica política real, todo diferencia al gélido secretario de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, de su tío Fernando, que en 1970 liquidó a Aramburu a balazos después de secuestrarlo y someterlo a un juicio sin jueces ni tribunales ni defensor. Nada es obstáculo para que un imaginario romántico haya instituido el 7 de septiembre Día del Militante Montonero. La fecha elegida es la de la "caída en combate" con la policía de Fernando Abal Medina y Gustavo Ramus. Está bien que todos los hechos pretéritos tengan su conmemoración. Ciertamente hay allí algo más que la manía kirchnerista por las efemérides. Montoneros es una denominación que conserva alto potencial: trae imágenes de juventudes en marcha y se ofrece como un activador de identidades. Funciona como mito. En realidad, esto sucede porque el peronismo no revisó su historia. Perón tuvo relaciones tan sometidas a la oportunidad de la coyuntura que llamó a los montoneros "formaciones especiales" adecuadas a la táctica de aquel momento, y luego permitió que la Triple A cumpliera su misión de asesinarlos, después de que el líder los echara de la Plaza de Mayo, y ellos probaran su destreza matando a Rucci. ¿Qué quiere decir "montonero" hoy? Joven, movilizado, cristinista (¿funcionario?). Síntesis del "nunca menos" y el "vamos por más". No quiere decir lo que quiso decir en los setenta: partidario de la lucha armada terrorista o partícipe en ella. Se impuso la resignificación. Y a ningún kirchnerista eminente le parece oportuno una revisión crítica. Fueron individuos aislados, no representantes de un colectivo organizado los que hicieron la autocrítica del militarismo terrorista de los años setenta. El peronismo político enterró la cuestión, primero ocupado en renovarse; luego, reconvirtiéndose al neoliberalismo; finalmente, bajo el blindaje de Madres y Abuelas, y autorizado por sus propios actos, los más legítimos de esta última década. Fueron tres etapas bien distintas. En los años ochenta, tanto Cafiero, Menem, Duhalde y los más jóvenes como "Chacho" Álvarez aceptaron el desafío de una reconversión del peronismo, exigidos por la victoria presidencial de Raúl Alfonsín. En los noventa, Menem, surgido de esa reconversión por elecciones internas, se dio otros objetivos y a los Montoneros se los tiraba como lastre o reconocían la ganancia de un cambio súbito en sus persuasiones. Con la llegada de Kirchner, las Madres y las Abuelas fueron el pivote de una nueva "lectura" de los años setenta. Durante la dictadura, las Madres y luego las Abuelas reivindicaron los ideales de sus hijos. Esto le daba una positividad a la lucha de aquellos años: no buscaban sólo desaparecidos, reclamaban por los portadores de ideales. Era el impulso de su movilización. De ellas no podía salir una consideración crítica de aquel pasado. Pero la Presidenta, a quien le gusta la narración histórica, que cita una biografía de Dorrego y recuerda a "El Gaucho" Rivero en las Malvinas, podría dar mejores pruebas de conocer algo de lo que se ha escrito en los últimos veinte años sobre los "ideales" de los años setenta y su concepción de la política. En cambio, reafirmó el mito que tiene un poder de identificación inigualable, sobre todo si se piensa en bases juveniles. Los "ideales" montoneros eran extraños a cualquier concepto de república. A decir verdad, toda la nueva izquierda era antiinstitucional y consideraba al Parlamento y a la Justicia como máscaras de la dictadura de la burguesía. La libertad de prensa era una argucia del capitalismo y de los dueños de medios para engañar y adormecer al pueblo. Los que pertenecimos a esa izquierda de los años setenta sabemos que fue difícil la crítica a la violencia terrorista, al inevitable horizonte de guerra popular prolongada o al foquismo rural. En condiciones de dictadura o de exilio, hubo que estudiar la dinámica de esos procesos, leer y debatir, encontrar las bases filosóficas e ideológicas de la violencia, reconocer las deformaciones del militarismo. Se nos acusó de culpable reformismo o de hablar demasiado pronto (¿cuándo no era pronto?). Fue una tarea larga y llena de complejidades. Héctor Schmucler (padre de un desaparecido) la inició en el exilio de México cuando, en la revista Controversia, preguntó: "¿Acaso Rucci no tenía derechos humanos?". Hoy, el blog Los Trabajos Prácticos ha publicado un extenso ensayo de Héctor Leis, síntesis vital y filosófica de su experiencia en Montoneros. Treinta años de pensamiento crítico. Pues bien, en William Morris, las organizaciones peronistas kirchneristas y no kirchneristas (repartidas a lo largo del día) le bajan la cortina una vez más a la discusión sobre el ejercicio de la violencia política y de su extremo terrorista. Quizá se piense que los argentinos tienen otras cosas que hacer. Sin embargo, una consideración crítica de la violencia revolucionaria tal como aconteció en los setenta sería un camino para rediscutir la democracia, la movilización de los jóvenes, los frentes políticos y territoriales, el caudillismo. Reiterar que los "ideales" eran los de una "juventud maravillosa" (el adjetivo es de Perón) cierra esa posibilidad. El heroísmo de muchos montoneros no puede esfumar sus errores. Es posible ser heroico y estar equivocado. Desarmar el "mito" es considerar, al mismo tiempo, esos dos calificativos contrapuestos. Pero sobre la separación de heroísmo e ideal no se puede fundar una mitología política. Los kirchneristas, que gobiernan con burócratas, como cualquier gobierno, y con sombras corruptas o sospechosas, necesitan de ese himno juvenil. Extrañan aquel impulso romántico que creen encontrar en los setenta. Por otra parte, las vetas autoritarias y antidemocráticas de los Montoneros los liberan de tributar a dos ideales progresistas: democracia y autonomía. La memoria del Militante Montonero no obliga a firmar esos compromisos. Como mito, hoy exige bastante poco.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Informe reservado de septiembre 2012

Cristina vuelve al centro del ring • Aparece fastidiada y enérgica pero no cede en su voluntad de lucha, casi de combate permanente. La presidenta Cristina Fernández sigue ratificando que “va por todo” y sigue marcando la cancha e intentado fijar la agenda con un solo objetivo: eternizarse en el poder. Por eso en muchos despachos gubernamentales se respira un clima de euforia frente a lo que consideran una nueva etapa fundacional. • Pero también entre legisladores de paladar negro, intendentes y gobernadores convencidos de antemano de que ninguno de ellos tiene destino político sin una "Cristina eterna". Por si hiciese falta, en aquellos despachos dicen que "ir por más, ir por todo" tiene su punto de arranque en lo que ya se ha visto: adelantar ahora mismo los embates detrás de una reforma constitucional que le permita a la presidenta conseguir la cláusula que la habilite para presentarse a un tercer mandato en 2015. O de manera indefinida. • El gobierno está decidido a doblar cada apuesta en su proyecto de ir por más. A las crecientes críticas por el cepo al dólar y las trabas para comprar divisas a quienes desean salir del país por vacaciones o negocios, respondieron con nuevas trabas y encarecimiento a las compras con tarjetas de crédito o débito en el exterior, lo que torna cada vez más utópica la aventura de viajar y acentúa la impresión de que la Argentina ha dejado ser un país libre, donde cada ciudadano vaya a donde quiera ir. • En ciertos sectores de la sociedad, en general alejados del voto al oficialismo, se está construyendo una visión de que los grados de libertad se van achicando en la Argentina, y que la vida privada está perdiendo por goleada ante un Estado que tiene cada vez más herramientas de control. Pero la jefa de Estado no pierde el entusiasmo. Además, los datos de julio sugieren un punto de inflexión o, al menos, una meseta reparadora. • Tras poco más de un semestre de declive, la actividad económica se habría estabilizado y podría repuntar en 2013. Suficiente al menos para facilitar al oficialismo una buena performance electoral, sobre todo frente a un comportamiento cada vez más amateur y poco convincente de un arco opositor que no parece haber reaccionado luego de la paliza electoral que sufrieron el año pasado. • Tal vez no fue casual que en su decimosexta cadena nacional del año, al hablar en Tecnópolis por el Día de la Industria, CFK dijera que la principal razón por la que Estados Unidos llegó a ser primera potencia mundial fueron las políticas del New Deal, con las que Franklin Roosevelt sacó a su país de la recesión de los años '30. Roosevelt fue presidente cuatro mandatos consecutivos (a su muerte, demócratas y republicanos acordaron la Decimosegunda Enmienda, que limita la posibilidad de reelección a dos mandatos consecutivos y uno no consecutivo). • Pero volviendo a la economía, para convertir esas perspectivas en un escenario mejor se exige mucho timming. Por caso, atacar la inflación y uno de sus efectos: la constante caída del tipo de cambio real o el encarecimiento de la producción argentina en moneda internacional. El gobierno reconoce este problema. Desde abril, la tasa de devaluación del peso respecto del dólar "oficial" casi se duplicó, pasando de 0,6 al 1,1% mensual. El problema es que la inflación es varias décimas más alta. • Así, el dólar "oficial", el que cuenta para el comercio exterior, sigue perdiendo poder adquisitivo en el mercado local y la producción argentina se sigue haciendo menos competitiva. Así como reconoce el problema (aunque no logra solucionarlo) en los hechos, el gobierno lo niega en el relato. Otra vez, el discurso presidencial en Tecnópolis: afirmó tajantemente que “el tipo de cambio no está retrasado”. Claro, además sigue sin hablar de la inflación. • Igualmente no todo se puede barrer bajo la alfombra. El frente fiscal sigue incomodando a la presidenta. Las cuentas públicas nacionales tuvieron en julio un déficit de 2.884,3 millones de pesos, una cifra que superó en casi 15 veces al mismo mes de 2011. Ese déficit no resulta gratuito, claro está. Y se expresa en un retaceo de fondos a las Provincias. • Mientras tanto, ya se perciben más enfrentamientos dentro del gobierno y en el seno del oficialismo por el avance de La Cámpora en la administración. El eje de las discordias es el viceministro de Economía, Axel Kicillof, actualmente con una interlocución privilegiada con la presidenta. El economista provoca revuelo a su alrededor, tanto por celos como por razones concretas. Kicillof no maneja poder, pero ha enrarecido el entorno con decisiones que le sugiere a Cristina y que, cuando se toman, afectan a varias áreas gubernamentales. • El funcionario en ascenso le imprime un sesgo ideologizado a sus propuestas, al punto de que los empresarios son, para él, “capitalistas despreciables”. Kicillof ha estado detrás de la confiscación de las acciones de Repsol en YPF, es el mentor también de que el Estado constituya una empresa minera nacional pero con mayor grado de intervención que las existentes en Chile y Perú. Y promovió, por ahora sin éxito, que otras empresas de servicios concesionadas vuelvan al seno del Estado. Dicen que es uno de los más molestos con Paolo Rocca, el dueño de Techint, por sus críticas al modelo. • Pero se percibe un rumbo irreversible en materia de política económica y la consolidación de un esquema político que sustente al oficialismo cada vez más lejos del peronismo tradicional. CFK va a recostarse en la plataforma Unidos y Organizados que tiene como principales nutrientes a La Cámpora, el Movimiento Evita y la agrupación Kolina de Alicia Kirchner. Esos referentes tienen un solo objetivo: ratificar el liderazgo presidencial como única opción electoral. El Grupo Clarín y el 7 de diciembre • El 8 de diciembre ha pasado a ser un hito político y legal, tanto para Cristina como para el Grupo Clarín y su, ahora enfrentado, grupo Vila-Manzano. Aunque no es posible esperar que ese día se desate la ofensiva final, lo cierto es que la jefa de Estado ayer admitió por primera vez su impaciencia por arremeter contra el mayor holding periodístico del país al señalar que “tiene fecha de vencimiento”. Frase que engloba y sintetiza toda clase de especulaciones. • Sucede que, según la última acordada de la Corte Suprema en el caso del famoso artículo 161 (y sus implicados 45 y 51), antes de ese día del último mes del año el mayor conglomerado de medios de la Argentina debería haber informado acerca de si tiene activos que superen la cantidad estipulada por la llamada Ley de Medios, lo que lo obligaría a venderlos o a establecer otros tipos de acuerdos societarios. • La Corte estableció que la medida cautelar interpuesta por los dos grupos no podía ser eterna y que ya caducaron “todos los plazos”, por lo cual se abre un abismo legal que, particularmente en el caso del grupo que conduce Héctor Magneto, busca sortearse con el anunciado desconocimiento a las futuras resoluciones de la Autoridad Federal de Servicios Audiovisuales (AFSCA) por no contar su directorio con los representantes de la oposición. • De todas formas, CFK sostiene que el 8 de diciembre se abren nuevas instancias legales. Hasta ese día, el Grupo Clarín tendrá tiempo de informar a la AFSCA sobre si, según prohíbe la norma, dispone de más licencias de las que debe. Si, como es previsible, la negativa a informar continúa, el organismo podrá aplicar las sanciones previstas, las que, de máxima, incluyen el cese de las licencias. Pero a partir del 7 de diciembre, Clarín deberá empezar a dar cumplimiento a la norma y ya no podrá excusarse. • Resulta obvio que el gobierno está preparando un desembarco en el holding porque las instrucciones de la jefa de Estadio han sido muy precisas a los responsables del AFSCA. Se dice que esos jóvenes camporistas están dispuestos a todo con tal de desmembrar a Clarín. El propio multimedio entiende que las últimas designaciones de jóvenes de La Cámpora en detrimento de la influencia de Gabriel Mariotto apuntan a concretar su desguace a partir del 8 de diciembre. • Se dice que el gobierno ha reclutado a dueños de multimedios -como el grupo Vila-Manzano, Hadad y Szpolski- que pretenden beneficiarse del desguace de Clarín, incluidas sus licencias y abonados. Es decir que aspiran a una reprivatización. Sin embargo, la transición hacia la reprivatización se hará mediante una estatización precaria, cuyo plazo se puede extender por todo el año 2013 -o sea, durante el año electoral. • En ese marco se inscribe la actual batalla judicial por el control de Cablevisión, operadora de televisión por cable y servicios de internet que, por su facturación e influencia, es la nave insignia del consorcio de Magnetto. El desenlace de esta lucha de poder moldeará de manera decisiva la gobernabilidad futura del país. Además, hay intenciones de reactivar la cauda Papel Prensa y los Graiver para complicar judicialmente a Magnetto. Empieza la guerra y nadie sabe el resultado final. Las razones del aval al voto joven • Hace un año le llevaron un proyecto similar y reaccionó con indiferencia. Ahora la coyuntura política y económica motivó a Cristina a bendecir la iniciativa para que puedan votar jóvenes desde los 16 años y extranjeros con dos años de residencia permanente en el país. El proyecto de los senadores Aníbal Fernández y Elena Corregido, que había sido presentado hace varias semanas, comenzó a ser tratado esta semana y posiblemente sea aprobado sin grandes esfuerzos. • Tiene tres ejes por analizar: si está bien o no que adolescentes y extranjeros puedan ejercer ese derecho; el objetivo político-electoral del oficialismo de sumar votos; y el impacto sobre una oposición que vuelve a reaccionar en forma despareja ante una iniciativa del kirchnerismo. Ese fue uno de los impactos del proyecto, su poder de dispersión sobre los opositores, que habían comenzado a aglutinarse apenas una semana antes para coordinar acciones contra la reforma constitucional. • El proyecto será apurado por el oficialismo en momentos en que la imagen presidencial cayó entre 25 y 30 puntos, según las consultoras Management & Fit y Poliarquía desde comienzos de año. Cristina ya tiene un frente complejo en los grandes distritos electorales. Allí varias figuras se aprestan a competir el año próximo (Julio Cobos en Mendoza, Hermes Binner en Santa Fe, el PRO en la Ciudad y De la Sota con una lista propia en Córdoba), lo cual puede complicar la faena oficialista, que vuelve a centrar sus ojos en la estratégica Buenos Aires. • En ese marco, los jóvenes pueden hacer su aporte a la vitalidad del kirchnerismo, ya que claramente en la franja etaria de 18 a 25 años es donde más apoyo recoge la presidenta. Según datos del Censo de 2010, se sumarán al padrón electoral casi 1,4 millones de jóvenes, sobre un universo actual de 25,2 millones de electores de entre 18 y 70 años. • También se encontraría en condiciones de sufragar medio millón de extranjeros con dos años de residencia permanente en el país, otro sector que podría acompañar mayoritariamente al gobierno a partir de la eliminación de barreras para que puedan vivir y trabajar en la Argentina. En ambos casos al ser opcional el voto es difícil medir su impacto en puntos electorales, pero la idea del oficialismo es no dejar detalle sin atender en la estrategia electoral. • Cobra así más densidad la polémica por las incursiones de La Cámpora -para adoctrinar o solo militar- en las escuelas secundarias. Esta agrupación es la más activa entre los estudiantes secundarios porteños. Incluso con más presencia que la que tiene en las universidades nacionales del área metropolitana. En algunos partidos del Conurbano los camporistas del secundario también profundizaron su trabajo en el último tiempo. La paz armada entre Scioli y Cristina • El kirchnerismo sostiene la diplomacia de manera forzosa e incómoda. Daniel Scioli y los suyos esperan una paz perdurable, aun cuando reconocen la posibilidad de una nueva ofensiva de un momento a otro. El Frente para la Victoria calmó su feroz interna en la provincia de Buenos Aires, pero lejos está de levantarse la bandera blanca en el territorio donde el año próximo se jugará la madre de todas las batallas. • En medio de la tensa calma, que los kirchneristas auguran pasajera, cada decisión va atada a otra, y ésta, a su vez, relacionada con una tercera. La cadena llega a asuntos insospechados. Hay incluso demasiados temas importantes en discusión como para poder sostener la tregua. Así, la reforma impositiva que Scioli necesita para recaudar 1.200 millones de pesos más antes de fin de año se ha convertido también en una pieza de negociación hacia dentro del oficialismo y con la oposición. • Hay quienes especulan con las necesidades financieras de la administración provincial para avanzar en proyectos ambiciosos de cambios profundos en otras áreas. El Gobierno nacional está de acuerdo en la búsqueda de gravar con más firmeza a los sectores altos de la economía, como propone la nueva reforma impositiva de Scioli, pero debe contar con el aval del ministro de Economía, Hernán Lorenzino (es decir, de la presidenta). • La gestión bonaerense aparece condenada, por el retaceo de fondos nacionales, a pagar sueldos y casi nada más. Por eso se extienden los interrogantes de hasta dónde los problemas económicos afectan más el futuro de Scioli que la imagen en declinación de la presidenta, y cuando esa pendiente en las encuestas no comenzará a complicar las ambiciones del sciolismo. • El nivel de virulencia del gobierno nacional hacia el bonaerense bajó súbitamente. Cristina ya no maltrata en público al gobernador, ni lo reta con números en mano. El vicegobernador, Gabriel Mariotto, apaciguó el tono de sus críticas a las políticas provinciales en áreas sensibles, como Seguridad y Justicia. La Cámpora atraganta embates contra Scioli porque la orden que viene de la Casa Rosada es clara: por ahora todos quietos. • La estrategia de pegar no dio los resultados esperados y, aunque no se abandona la intención de dejar a Scioli fuera de la cancha en las legislativas y de la presidencial 2015, las peleas quedaron por el momento suspendidas. Los encuentros entre el gobernador y su vice, y luego de éste con Alberto Pérez, dieron visibilidad al impasse. • Scioli aportó lo suyo: reiteró que sus intenciones presidenciales sólo serán si no hay re-reelección, se mostró de acuerdo con un cambio constitucional habilitante para un nuevo período de Cristina, habló a favor del voto desde los 16 años y hasta anunció la impresión de los documentos provinciales en la estatizada Ciccone. Gestos concretos, pero poco creíbles en el imaginario kirchnerista. • Mientras tanto los operadores de la jefa de Estado avanzan en la estrategia de armado político electoral de cara a las elecciones legislativas del año próximo y, en ese marco, vuelven a crecer las posibilidades de que la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, sea la elegida para encabezar la nómina del oficialismo. Dicen que es sondeada permanentemente en encuestas de opinión que le otorgan un 50 por ciento de conocimiento público y una imagen positiva del 30 por ciento. • Aunque aún no está todo dicho y será CFK quien defina los nombres de los candidatos en agosto del año próximo, Scioli evitaría competir con postulantes propios y dejaría el terreno libre al kirchnerismo. Según especulan desde un sector del sciolismo, el gobernador se guardaría su carta fuerte, su esposa, Karina Rabolini para un próximo turno electoral, que no sería en 2013. Según algunos sondeos, la mujer del ex motonauta superaría hoy a Alicia K. • Un sondeo en manos del kirchnerismo que preguntó "¿A quién votaría, a Karina Rabolini o a Alicia Kirchner?", arrojó un dato preocupante para CFK. La esposa de Scioli superaba por más de 20 puntos a la cuñada de Cristina. Hay quienes siguen mirando a Sergio Massa, pero no están demasiado convencidos. Sobre todo por la desconfianza que genera el intendente de Tigre entre los principales armadores del cristinismo. • Desde el sciolismo especulan con que la mayor negociación apuntará a las listas de legisladores provinciales que garantice cierta gobernabilidad a Scioli en los dos últimos años de gestión en la provincia. En tanto, desde el kirchnerismo revelaron que la estrategia de la Casa Rosada es que Alicia esté acompañada en la lista de diputados nacionales "por una mayoría de jóvenes" de La Cámpora y organizaciones afines como el Movimiento Evita y Kolina. • Mientras tanto, un notorio revuelo están causando en ámbitos políticos bonaerenses algunas “consultas electorales” efectuadas en los últimos días. En algunos círculos se asegura que el oficialismo ya efectuó “consultas informales, en términos técnicos y políticos”, sobre cuánto se podrían adelantar las elecciones en la Provincia, previstas por ley para octubre. Ciertas versiones afirman que ya habrían obtenido inclusive una respuesta: “no antes de mayo”. • ¿Por qué el adelanto? Las explicaciones en las usinas políticas del peronismo hablan de que el kirchnerismo busca acelerar tiempos para restarle capacidad de respuesta electoral a la oposición -en verdad, hoy por hoy sólo existen charlas iniciales para eventuales asociaciones- y explorar una reforma de la Constitución Nacional. Como un “dejá vu” del 2009, los rumores indican que el mes de las elecciones legislativas del 2013 sería junio en lugar de octubre • Aún cuando pueda sonar a ciencia ficción, el razonamiento de los ultra K sería así: cuanto antes se hagan las elecciones, más amplio sería el triunfo. Discutible. Algunos sciolistas, en tanto, se entusiasman con cierto bosquejo que circularía entre funcionarios de las provincias más grandes del país, que habla de la posibilidad de realizar las elecciones legislativas en esos distritos el mismo día. Se trata de Córdoba, Santa Fe, Capital y Buenos Aires. • Salvo ésta última, bastión de la presidenta, son provincias donde el kirchnerismo la tiene cuesta arriba. De producirse, sería una movida que buscaría alejar la idea de la re-reelección. Pero si todo dependiera de sus dichos públicos esa jugada no podría contar con Scioli. Pero se especula discretamente con que el gobernador se haya dado cuenta, como le dicen algunos colegas de otros distritos, que él puede ser una de las llaves para frenar la ambición presidencial de la continuidad. El gobernador genera incógnitas indescifrables. De la Sota y su apuesta a Messi • Alcanzó repercusión política nacional el dato de la posible foto, en el palco de autoridades del gobernador de Córdoba José Manuel de la Sota con otros dirigentes políticos en el partido de hoy de la selección argentina ante Paraguay por las eliminatorias. Pero todas las acciones políticas que impulsa el gobernador tienen como objetivo otro partido: el que jugará el lunes en la Corte Suprema, cuando se verá la cara con funcionarios K, en la audiencia de conciliación por la deuda de la Caja de Jubilaciones. • Además de su predisposición para consensuar una solución por la deuda de 1.040 millones de pesos, De la Sota tratará de mostrarse en la audiencia como una víctima de la “intransigencia” de los K. La estrategia del cordobés es transmitir la imagen de un gobernante abierto al diálogo y dispuesto a tener contactos con otros dirigentes, inclusive con los opositores. De allí, que también fueron invitados dirigentes radicales locales, como el intendente de Córdoba, Ramón Mestre y el diputado nacional Oscar Aguad. • Si bien en la audiencia de conciliación en la Corte se tratará el reclamo de Córdoba por la deuda, el gobernador no pierde de vista el escenario político en el cual se dará la discusión. En este contexto, no da puntada sin hilo. Las invitaciones para ver el partido de Argentina-Paraguay a otros dirigentes como el gobernador Daniel Scioli; el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri y el intendente de Tigre, Sergio Massa, tuvieron la intención de instalar que no está aislado en el escenario político nacional. • Pero algo sucedió en las últimas horas y a la foto se le empezaron a caer personajes. Aunque nadie lo va a confirmar, los delasotistas están convencidos de que hubo presiones desde la Casa Rosada para evitar este encuentro político, convocado con la excusa de ver en acción a Lionel Messi y compañía. Desde la gobernación bonaerense habían confirmado el viernes pasado que Scioli viajaría. Es más, tenía una reserva en un hotel de cinco estrellas. Finalmente, el gobernador no estará en el partido. • Massa, cuya visita había sido prevista para firmar un convenio con el intendente Mestre, había anticipado que se quedaría para ver a la selección. Pero fuentes de la intendencia de Tigre daban por caída esa posibilidad. La excusa del jefe comunal bonaerense: hoy es la fiesta de cumpleaños de su hija. Por eso De la Sota trató de quitarle connotación política a las invitaciones que hizo para el partido. Aseguró que la AFA es la responsable de distribuir las entradas. • Lo cierto es que llegaron 200 entradas para el partido, la misma cantidad de personas que De la Sota agasajará con una cena en el complejo Ferial. Por ahora, Macri será el dirigente nacional más importante que dirá presente. También ocupará una butaca en el palco de autoridades el diputado mendocino Enrique Thomas, titular del bloque del PJ disidente. También fue invitado el gobernador santafesino Antonio Bonfatti, quien aún no confirmó su asistencia. • Y el clima siguió cambiando. Una fuente delasotista había anticipado que en los alrededores del Estadio Mario Kempes, el gobierno provincial haría una campaña de promoción con stands que entregarían material sobre la gestión provincial. Para el día siguiente, y si Argentina gana, estaba prevista una campaña de afiches promocionando que en Córdoba la selección está “invicta”. Sin embargo, ayer negaron que impulsen esta campaña de promoción. Marcha atrás. • Las últimas medidas que decidió el gobernador generaron mucho trabajo para los encuestadores. Un sondeo que circula por el municipio capitalino indica que el gobernador tiene en la Capital sólo el 17 por ciento de imagen positiva, con un 40 por ciento de imagen negativa. Otra encuesta que pagó el gobierno provincial indica que De la Sota cayó un 12 por ciento, luego de las polémicas leyes de diferimiento de aumentos a los jubilados y de creación de la tasa vial. • El mismo trabajo señala que la presidenta tuvo una caída drástica de 30 puntos en la Capital y que el intendente Ramón Mestre recuperó siete puntos. Los peronistas también reconocen que Luis Juez recuperó imagen positiva (no dicen cuánto), cuestión que hace fruncir el ceño a los delasotistas. Pero en el PJ cordobés, ya tienen la mira puesta en las legislativas del año próximo. Aunque Juan Schiaretti mantiene un cerrado silencio, descuentan que el ex gobernador aceptará encabezar la lista de candidatos a diputados nacionales. • Por ahora, el delasotismo descarta de plano un acuerdo político con el gobierno nacional y considera que el kirchnerismo tendrá su propia lista. Los peronistas piensan en sus candidaturas, pero también observan a sus rivales. Están convencidos de que Luis Juez liderará la boleta del Frente Cívico y que la rectora Carolina Scotto es la que tiene más chances de ser la primera candidata de la boleta K. El delasotista especula algún tipo de acuerdo electoral con la fuerza política de Macri. • De todos modos, De la Sota sigue ganando batallas tácticas. Alambró al PJ local, al cual los K no pueden entrar. Con su alianza estratégica –no escrita– con el intendente radical Ramón Mestre, puede contener a la oposición local. Las dudas sobrevuelan en el mediano plazo. Los cristinitas cordobeses tienen un diagnóstico atemorizante: “El Gallego’ puede terminar como (Eduardo) Angeloz”.