domingo, 30 de noviembre de 2008

Atacar a Macri, convencer a Massa

Por Vicente Massot y Agustín Monteverde

Pasó desapercibido, salvo para unos pocos, el hecho de que en los últimos dos meses
viajaron a Sudamérica cinco de los principales jefes de estado del mundo —el de China, Japón, Corea del Sur, Rusia y Estados Unidos— que, ni por asomo, pensaron en pisar nuestras playas. En cualquier país serio el dato se tomaría muy en cuenta y más en estos momentos, pero la originalidad argentina consiste en marchar a contramano del mundo. Si hasta ha comenzado a estudiarse en la Casa Rosada y el Palacio San Martín la conveniencia de hacerle saber al Departamento de Estado norteamericano el malestar reinante en el gobierno nacional con el juez Griesa. La sola idea es un disparate de bulto y no cabría en ninguna cabeza seria, salvo que se crea que en Estados Unidos la relación de la justicia respecto del poder ejecutivo es similar a la que existe entre nosotros.
Como quiera que sea, está claro que los problemas que tienen ocupado a Néstor Kirchner —cuyo protagonismo actual no desmerece en nada al de su mandato— no son los de política exterior. Es cierto que le encantaría ser elegido por unanimidad en el UNASUR y que el veto uruguayo a su candidatura lo ha sacado de las casillas. No lo es menos que, si finalmente no prosperase ese mandato, de todas maneras su gran desafío es de fronteras para adentro y no hacia afuera del país.
Por un lado ha decidido mover todas sus fichas contra el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires a quien considera —sin que haya razones evidentes para hacerlo— el principal enemigo a vencer. Lo curioso es que la embestida del santacruceño se ha iniciado en toda la línea de combate contra un Macri deseoso de hacer buena letra en lo concerniente a su gestión municipal y, al mismo tiempo, desinteresado de los grandes temas nacionales. Se entendería la estrategia montada a sus expensas si la suya fuese una personalidad semejante a la de Elisa Carrió.
Mas, no sólo es bien diferente a la jefa de la Coalición Cívica sino que, si lo dejasen tranquilo, hasta es posible que desease labrar un pacto de buena convivencia con el kirchnerismo.
Decidido a dar pelea, el santacruceño le ha cortado los víveres económicos a la Reina del Plata —cuyo financiamiento futuro no luce nada bien— y ha fogoneado la acción de grupos piqueteros que viven del erario nacional para transformar la administración de Macri en un verdadero infierno. Si llevará el ataque hasta sus últimas consecuencias o si preferirá desgastarlo a Macri a lo largo de los próximos meses, es asunto abierto a debate. Mientras tanto, los riesgos serán equivalentes para uno y otro contendiente. Hacerle la vida imposible al PRO en la capital y,
por consiguiente, complicarle la existencia a los porteños con paros docentes, cortes de autopistas y manifestaciones callejeras, perjudicarán a Macri en no poca medida. Pero la estrategia puede también tener un efecto boomerang para Kirchner que no debería descartarse.
El segundo frente al cual le presta atención el ex–presidente es el federal. Esta a punto de debatirse en las dos cámaras del Congreso la ley del cheque y la emergencia económica y lo ultimo que querría Kirchner es que, delante de sus narices, se conformase, con base en el peronismo, una suerte de alianza de gobernadores. Aprovechando las peleas y los temores que existen todavía entre ciertos mandatarios del interior y la facilidad con la que aún puede comprar las voluntades de diputados y senadores, no sólo de su partido, Néstor Kirchner se anotó una victoria importante respecto de las AFJP. Básicamente en razón de que, tomada la medida de estatizar sus fondos —algo que no tenía vuelta— lo lógico era que se federalizasen. Sin embargo,
el asunto —que Binner había puesto sobre el tapete, con entera razón— no se trató. El verdadero triunfo del oficialismo radicó en esto: no que consiguiese los votos para eliminar las AFJP sino que los federalistas —reales o supuestos— hayan hecho mutis por el foro.
Ahora la cuestión volverá a estar en boca de todos y cualquiera sabe, sin necesidad de estudiar, que el impuesto al cheque y la emergencia económica no son moco de pavo. Como en todas las disputas de esta índole hay que saber si existe voluntad de confrontar con Kirchner en el parlamento y si alguien es capaz de tejer las alianzas susceptibles de poner al oficialismo en elbrete de tener que bajarse —siquiera sea por una vez— del unitarismo fiscal.
Mucho más difícil que marchar contra Macri o domesticar los aires tenuemente levantiscos de los Busti, Reutemann, Schiaretti, Marín y otros es, por un lado, exorcizar el fantasma de Cobos y, por otro, encontrar un candidato competitivo para encabezar la lista de diputados nacionales en la provincia de Buenos Aires. Los trascendidos según los cuales Kirchner y su mujer imaginan posible obligarlo al vice de origen mendocino a renunciar, no pasan de eso y lo más probable es que sean falsos. Por muchos planes que se desarrollen en Olivos, sus moradores saben que, salvo por un juicio político, Cobos nunca dejaría su sillón vacío. Como ese juicio no se puede llevar adelante porque el oficialismo jamás conseguiría los dos tercios necesarios, Cobos sigue firme y no le dará el gusto al matrimonio —ahora que es el político con mejor imagen del país— de abandonar la vicepresidencia sin necesidad.
Salvo imponderables Julio Cobos seguirá siendo un tábano para los Kirchner tanto más
molesto cuanto que no se lo pueden sacar de encima y posee, además, lo que a Néstor y a Cristina, indistintamente, los llena de envidia: la popularidad que alguna vez tuvieron y hoy perdieron.
Respecto del principal distrito electoral del país, valgan, a manera de referencia, los datos de la ultima encuesta conocida, hecha en el Gran Buenos Aires y el interior de la provincia:
Cristina Fernández oscila entre un 25 % de imagen muy mala y 23 % mala contra apenas un 16% de imagen buena y un 9 % muy buena: su marido está en 29 / 18 y 16 / 20; Sergio Massa en 3 / 8 y 34 / 10; Daniel Scioli en 7 / 16 y 38 / 5; Francisco de Narváez en 3 / 9 y 36 / 4; Elisa Carrió en 3 / 13 y 38 / 9; Julio Cobos en 3 / 5 y 53 / 10; Felipe Solá en 14 / 11 y 40 / 3; Mauricio Macri en 4 /13 y 42 / 8; Margarita Stolbizer en 4 / 9 y 23 / 8 y Chiche Duhalde en 26 / 18 y 25 / 2. Si pasamos de la imagen a la intención de voto, quien mejor mide del kirchnerismo —incluyéndolo al
santacruceño— es Sergio Massa (32,5 %), pero de Narváez llega al 21%; Solá al 15% y Chiche Duhalde al 10,6 %, mientras la Stolbizer está en 14,5 %.
El panorama no es tan halagueno si se toma en consideración que el Frente para la
Victoria, de acuerdo a estos números, retendría el primer lugar a simple pluralidad de sufragios si Felipe Solá y Francisco de Narváez —se descuenta que la señora de Duhalde no encabezará una lista por su cuenta— fuesen separados. De lo contrario, a once meses vista, es posible que el FPV —al margen de Capital, Córdoba y Santa Fe— perdiese también Buenos Aires. Por eso, en este orden, la fijación del kirchnerismo es doble: convencer a Massa de ser de la partida y tratar de que sus principales contendientes —Solá y de Narváez— no se pongan de acuerdo. Falta mucho todavía. Hasta la semana próxima.
Destacado
 La presidente anunció un “plan global contra la crisis” en la reunión de la UIA.
• No se trata de un plan integral ni sus medidas están apuntadas al corazón de la amenaza recesiva.
• Las principales medidas anunciadas fueron:
o Creación del ministerio de la Producción.
o Beneficios fiscales para las empresas que formalicen o incorporen trabajadores
Las micropymes de hasta 10 empleados podrán formalizar puestos de trabajo sin
costo punitorio alguno y toda empresa que cree puestos de trabajo, pagará menor
carga tributaria.
o Plan de blanqueo de capitales.
o Plan de obras públicas, de $ 71000 MM, con fondos de la ANSES, lo que esperan
que los empleos en la construcción pasen de los actuales 362000 a 770000.
• Los industriales esperaban anuncios respecto al frente cambiario, al sector externo y estímulos tributarios.
• Incentivar la creación de empleo formal cuando se debaten entre suspender gente o
despedirla es ilusorio.
 El plan de incentivos para la repatriación de capitales no se corresponde con la realidad de la economía y estaría orientado a capitales cercanos al kirchnerismo.
• Los empresarios se mostraron —como era esperable— escépticos sobre su impacto en la
industria.
• Quienes declaren el dinero pagarán una multa de entre 8 % y 1 %, a pesar de que días atrás la AFIP lanzó una moratoria con una tasa del 19,5 % anual.
o Quienes tengan fuera del país dinero que no esté declarado podrán declararlo sin
traerlo al país, pero pagarán 8% de impuesto.
o Los que lo declaren y lo traigan pagarán 6%.
o Quienes lo traigan para comprar títulos de la deuda que emite el Gobierno
pagarán 3 %.
o Y aquellos que traigan el dinero para inversiones en infraestructura, sector
inmobiliario y actividades rurales pagarán solamente el 1%.
• Lo que se recaude por este blanqueo será coparticipada con las provincias.
• Si el blanqueo prospera parcial o totalmente, lograrán recaudación, ingreso de divisas en momentos en que escasean, sostener la cotización de los títulos públicos y contener el valor del dólar.
• Se establece una suerte de perdón por los impuestos no abonados al Fisco cuando se
generaron esos ingresos.
o Se supone que, al menos, el que ahora blanquee, tuvo que haber pagado y no lo
hizo, el impuesto a las Ganancias, con una tasa máxima de 35%.
o Tampoco declaró ese patrimonio todos los años en el impuesto a los Bienes
Personales.
o Si fueron generados por ventas no declaradas, tuvo que haber pagado IVA u otros
impuestos según la naturaleza de la operación.
• Las provincias deberían adoptar una legislación complementaria porque muchos fondos
no declarados tuvieron que haber pagado tributos provinciales.
• El blanqueo genera una situación de inequidad con el contribuyente que declaró sus
ingresos y pagó Ganancias.
• Desde mediados de 2007 hubo un fuerte salida de capitales de la Argentina, que entre enero de 2007 y setiembre de 2008 sumó US$ 25329 millones, según el Banco Central.
• Los blanqueos pueden ser exitosos cuando hay un shock de expectativas positivo pero
sólo sirven a quienes están cercanos al poder en períodos como el actual, de grave
incertidumbre y desconfianza.
 La Argentina se encuentra a las puertas de una nueva recesión, cuya gravedad y extensión podrían no tener precedentes.
• La violencia del frenazo —se registran caídas en las ventas de entre 30 % y 40 % en los más diversos sectores— sorprende incluso a quienes, en los tiempos que un INDEC novelesco aún podía recitar el cuento de las tasas chinas (véanse nuestros Informes de diciembre pasado), alertamos sobre la amenaza de un progresivo estancamiento para este año.
• El cuarto trimestre cerrará con una caída neta de la actividad económica y durante el año próximo podría contraerse 2,5 %.
• La posibilidad de revivir una pesadilla todavía fresca en la memoria de los argentinos obedece más a los repetidos desatinos y atropellos del gobierno que a los rigores de la severa crisis internacional —anticipada en repetido Informe durante todo el año pasado— que las autoridades hasta último momento prefirieron ignorar.
 Nunca se vio un gobierno que, a la vez de proclamarse keynesiano, instrumentara tan
puntillosamente medidas propias de un auténtico manual depresivo.
• Permanentes contrasentidos han sido la norma de la gestión K.
• Dominado por esa esquizofrenia, el mismo gobierno que mantuvo políticas expansivas
frente a la inflación que se desbocaba, ahora gasta las reservas, absorbe pesos y lleva a alturas impensables las tasas de interés en el preciso momento que se derrumba la actividad económica a nivel planetario.
• Todo ello para contener la suba de un dólar que se aprecia, en cambio, frente a casi todas las monedas mundiales.
• Ese mismo dólar al que durante los últimos años —a costa de inflación y gasto
cuasifiscal— se lo sostuvo (nominalmente) alto mientras se desplomaba en el resto del
orbe. A esta antojadiza y tramposa convertibilidad, prefirió llamársela “flotación
administrada”.
• En plena recesión, cuando más se necesita del crédito, se liquida con un manotazo el único mecanismo de ahorros de largo plazo: el sistema de capitalización individual.
• Mientras se declama productivismo, en esta delicada circunstancia global, cuando menos hay que entorpecer a los sectores competitivos, genuinamente productivos, se los asfixia con un doble cepo cambiario e impositivo, de dólar atrasado y elevado castigo a las exportaciones.
 Las circunstancias financieras son muy delicadas.
• El circuito de financiamiento de las pymes se encuentra en situación desesperante. La reducción en los márgenes de descubierto está generando un default en cadena de ese segmento de empresas.
• Pese a las altísimas tasas, en octubre se fueron $ 7130 MM de depósitos del sector
privado. En las dos primeras semanas de noviembre, se perdieron otros $ 1500 MM.
• La estampida de capitales provocada por la flagrante inseguridad jurídica devoró
reservas y todo el excedente de cuenta corriente del corriente año. En octubre, la
formación de activos externos alcanzó el récord de U$ 4500 MM.
• El deterioro fiscal y del balance de pagos, junto a las sobradas dudas sobre el verdadero nivel de las reservas internacionales, impulsan la dolarización, más allá de los controles cambiarios y las presiones oficiales. Préstamos del BIS, ventas a futuro, deudas con la ANSES y otros ítems arrojan sospechas de una inflada contabilización de las reservas.
• Las cotizaciones de los bonos soberanos, por su parte, evidencian una percepción
generalizada de default inminente.
• Las exorbitantes tasas de retorno no consiguen seducir a los otrora denostados
especuladores.
 ¿Tiene asidero tanta cautela inversora luego de que se confiscaran los fondos acumulados en 9,6 millones de cuentas jubilatorias individuales?
¿Acaso los Kirchner no han resuelto de un manotazo sus urgencias financieras con vistas a 2009?
• La confiscación de los ahorros jubilatorios —siempre que no se proceda a una
liquidación irracional— aportaría hasta U$ 4500 MM “nuevos”.
• La liquidación de las acciones que están en las carteras administradas provocaría el derrumbe del valor de las compañías cotizantes.
• Tampoco es hoy factible liquidar los depósitos a plazo fijo, a riesgo de generar la quiebra del sistema bancario, particularmente entre las grandes entidades.
• En el mejor de los casos —y dependiendo de las decisiones del juez Griesa y otros
tribunales extranjeros— sólo se podrá hacer de unos U$ 2500 MM de la venta (a mal
precio) de activos externos.
• A esto se agregarían — dependiendo de la marcha de la economía en general y del
empleo en particular— unos U$ 2000 MM “nuevos” de los aportes anuales de los
actuales aportantes al sistema de capitalización (otros U$ 2500 MM de aportes anuales
hubieran sido invertidos de todas formas por las AFJPs en bonos públicos y ya estaban
asumidos como cautivos).
 Sobre la base de proyecciones conservadoras del deterioro que sufrirá la actividad doméstica, el superávit primario del año próximo, sin computar aquella confiscación, no superaría los U$6000 MM.
Con vencimientos de deuda por U$ 20500 MM, al gobierno le faltarían al menos U$ 10000
MM aún computando la contrarreforma previsional, habida cuenta de la imposibilidad de
recurrir al financiamiento voluntario.
 ¿Cuál puede ser la decisión de Kirchner ante semejante encerrona?
• Una primera posibilidad sería obtener U$ 5000 MM “nuevos” en el primer semestre y
demorar hasta después de las elecciones un default formal (entre noviembre y diciembre vencen unos U$ 5000 MM).
• A nuestro juicio esto es improbable: Néstor Kirchner no está dispuesto a cargar con el estigma de una declaración de default.
• Creemos que el camino elegido será echar mano a las reservas internacionales del
BCRA.
o Y por cierto que el gobierno —en silencio— ya ha previsto esa posibilidad. La
nueva ley de Presupuesto modificó el artículo 20 de la Carta Orgánica del Banco
Central, con lo que podrá recurrir a —qué casualidad— unos U$ 10000 MM de
las reservas.
o Esto llevaría el tipo de cambio de equilibrio por encima de los $ 5 por dólar; el
ratio podría ser mayor si se confirmaran las sospechas sobre el inflado artificial
de las reservas. No hay resto para sostener la persistente huida de los argentinos
hacia el dólar.
o Claro que esa nueva ley orgánica expone a que las reservas internacionales sufran
embargos por tribunales extranjeros.
• El gobierno tampoco tendrá problema alguno en usar los fondos que hasta hoy eran de
los futuros jubilados, a contramano de las vanas y repetidas promesas al respecto.
o Para ello se modificó la ley orgánica del Banco Nación, habilitándolo a prestar al
gobierno hasta el 30 % de los depósitos del sector público —incluida la
ANSES— para el pago de vencimientos de la deuda y obras públicas.
o Ese margen representa más de U$ 5000 MM.
 Por supuesto que no puede descartarse una contracción aún más severa de la economía local,como tampoco una caída adicional de los precios de los commodities, o un deterioro brusco de la actividad económica en Brasil.
Esos eventos podrían esfumar toda posibilidad de cumplir con los vencimientos del año
próximo.
 Resguardar la actividad económica y los niveles de ocupación resulta indispensable.
Por eso, en este período extraordinariamente delicado para la economía, venimos insistiendo que es vital que los gobernantes de todo el mundo promuevan reacomodamientos en los precios de los diferentes sectores.
• Si los precios ajustan a la baja, la economía podrá lograr un nuevo piso de equilibrio desde el cual volver a la senda del crecimiento.
• Si los precios no lo hacen, la debilidad de la demanda se traducirá íntegramente en una siempre trágica caída de las cantidades. Menos ventas, menos producción, menos
empleo, y su contracara: desocupación, pobreza y miseria crecientes.
• Esto significa que se debe incentivar y facilitar a las empresas la reducción de los precios de sus productos o servicios; que también se debe alentar a los trabajadores a aceptar recortes salariales y de horas de trabajo.
• Y, por supuesto, el Estado también deberá estar dispuesto a reducir las cargas tributarias.
• Si todas las partes no están dispuestas a colaborar a desinflar la burbuja, el colapso vendrá de todas formas en su versión más dramática, por vía de las cantidades.
• Con parálisis, quiebras, desempleo y evasión en gran escala.
 Las recetas “antirecesivas” que Hoover y el idolatrado Roosevelt aplicaron en los ’30 en EEUU lograron perpetuar una crisis que, iniciada en 1928, sólo finalizó con el ingreso en la Segunda Guerra en 1941.
• El cierre de las fronteras comerciales, con la consiguiente caída de las exportaciones, la rigidez salarial y la presión tributaria creciente ahogaron la economía norteamericana y elevaron la desocupación a más de 10 millones de personas cuando el tan venerado New Deal ya cumplía cuatro años y corrían diez de comenzada la crisis.
• Sólo entre agosto de 1937 y marzo del año siguiente los mercados se derrumbaron casi 50 %.
• Lamentablemente en boca de nuestros dirigentes campean reclamos de mayor
proteccionismo, mejoras salariales y aumentos de impuestos, ignorantes de la enseñanzas de la historia e indiferentes a la elocuencia contundente de una destrucción sin precedentes de riqueza a escala

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